Desde hace casi veinte años Joaquín regenta un puesto de frutas y verduras en una pequeña galería de alimentación de barrio. La mayoría de los clientes que frecuentan el puesto de Joaquín son personas de edad avanzada que en estos tiempos de COVID-19 deberían salir a la calle lo menos posible, pero no a costa de descuidar su alimentación. ¿Cómo pueden reforzar su sistema inmunitario sin arriesgar un contagio?
Rosa tiene 68 años y vive sola en su piso a las afueras de Madrid. El confinamiento, como a todos, le está complicando el día a día, y aunque se las apaña como puede para salir de casa lo menos posible, a veces no le queda más remedio. Y sobre todo, se siente un poco sola.
Hace un par de semanas Rosa recibió un SMS de su banco de toda la vida. En esta ocasión no le informaba de un préstamo preconcedido ni de un movimiento en su cuenta, sino que ponía a su disposición de manera gratuita varios servicios. Irle a la farmacia a comprar sus medicamentos, hacerle la compra en el supermercado más cercano y disponer de un servicio de consulta sobre dudas médicas y apoyo psicológico, todo sin coste alguno. Rosa se quedó un poco sorprendida y no terminaba de creérselo. Cuando se lo comentó por teléfono a su hija (que vive en otra ciudad) esta le dijo que sí, que no había “gato encerrado”, que lo había comprobado en la web del banco y la oferta era legítima.
Bankia, la entidad donde Rosa tiene domiciliada su pensión desde que se jubiló hace dos años, y su cuenta de ahorro desde hace muchos más, ha encontrado una manera eficaz y concreta de cuidar a sus clientes senior. Hoy Rosa ya se ha ahorrado un viaje al súper y otro a la farmacia, y está más tranquila sabiendo que en cualquier momento puede llamar y consultar dudas médicas o recibir apoyo psicológico de manera anónima si la soledad se le llega a hacer muy cuesta arriba. Los servicios incluidos en la promoción de Bankia “Estamos a tu lado” los presta ALARES y las bases pueden consultarse en la web de la entidad bancaria.
Reto y oportunidad
El COVID-19 está suponiendo un gran reto para empresas y profesionales en todo el planeta. Las medidas que estos tomen durante los primeros momentos de la crisis (porque, aunque se no esté haciendo largo, no deja de ser tan solo el principio), y para la post crisis, que será poco fácil para muchas personas, para retener y fidelizar a sus clientes van a marcar, como ningún otro factor, no solo su desempeño en el presente, sino su trayectoria en el medio y el largo plazo.
Al fin y al cabo, el éxito de una empresa y, en este caso, su viabilidad futura, es directamente proporcional a la satisfacción de sus clientes. Y los clientes van a grabar a fuego en su mente qué empresas son las que se han preocupado por ellos, como personas, en los momentos que más lo están necesitando, y cuales simplemente se han limitado a venderles sus productos o servicios.
De qué hablamos cuando hablamos de personas
Ya sabemos que lo importante son las personas; eso no ha cambiado. Pero hoy la palabra “persona” tiene un impacto emocional aún mayor y claramente diferenciador al del pasado. Estas personas, sean empleados o clientes, se están enfrentando hoy a una situación que jamás hubieran podido imaginar, con nuevas dificultades y obstáculos hasta ahora impensables. Es en momentos como este cuando a las empresas se les presenta una oportunidad inmejorable para mirarse al espejo, empatizar con sus clientes, reaccionar y dar el salto a una necesaria nueva mentalidad en la que no es suficiente ofrecer productos o servicios de calidad. Ahora más que nunca es imprescindible mirar a los ojos a cada persona y hacer lo posible por contribuir a su bienestar. Quienes logren tomar conciencia de ello e implementar este cambio no solo sobrevivirán a esta compleja coyuntura, sino que saldrán reforzados y pasarán a liderar sus respectivos sectores.
Lo que no olvidaremos
Durante los próximos meses y años todos recordaremos los gestos, grandes y pequeños, que nos hicieron la vida más fácil e incluso más agradable durante este periodo de incertidumbre y estrés. Sabremos qué personas (y empresas) fueron sensibles a nuestras necesidades y nos inspiraron haciendo un esfuerzo adicional por contribuir positivamente a la sociedad. Ni Rosa ni su hija olvidarán esta mano tendida en un momento tan complicado, y los lazos entre empresa y cliente (entre persona y persona) se habrán estrechado con la fuerza que hace posible una relación duradera, basada en la confianza y en la búsqueda activa de oportunidades para mejorar la vida de los demás.
Es la hora de reinventarse y afrontar el futuro con determinación Muchos profesionales perderán su empleo, y también muchas empresas darán quiebra, pero habrá grandes oportunidades para aquellos que sean capaces de comprender el futuro, de estar hoy y mañana al lado de sus empleados y de los que les compran. De los que blanden su tarjeta en el supermercado a favor de ellos, que son, en definitiva, los que hacen que unas empresas cierren y otras crezcan, que unos profesionales se vayan a la calle y otros consigan llegar a la cima.
Desde Alares trabajamos para ayudar a las empresas a atraer y fidelizar emocionalmente a sus empleados y clientes.
En mi libro ¡Quédate conmigo! 20 claves para enamorar a tus clientes… ¡y que se queden contigo! he querido compartir las experiencias vitales y profesionales de varias décadas que me han ayudado a definir las claves para atraer y fidelizar empleados y clientes con éxito. Hoy todos tenéis la oportunidad para ponerlo en práctica, nunca ha sido mejor momento. Un libro solidario que puedes adquirir en este enlace.
En marco del programa Ilumina una vida, hemos puesto al servicio de los afectados de más edad por el coronavirus el teléfono gratuito 900 877 037de atención y escucha activa ante la posible soledad por su aislamiento.
Con esta iniciativa queremos combatir los efectos colaterales del coronavirus: El aislamiento, la soledad y el abandono de las personas mayores afectadas por la enfermedad. Ilumina una vida es el programa social de atención a los mayores que promovemos desde Alares para ofrecer conversación y escucha activa en circunstancias excepcionales que están deteriorado aún más la atención a las personas mayores. Cualquiera que se encuentre en aislamiento en España, por causas de esta enfermedad, puede ser atendido en el teléfono gratuito 900 877 037 que desde Alares hemos puesto a su servicio.
Con esto pretendemos aportar nuestro granito de arena y llegar donde no pueden hacerlo en muchas ocasiones los servicios públicos para dar todo tipo de respuestas, atención y soluciones a millones de personas que precisan ayuda desde casa. En este caso, la urgencia del coronavirus ha activado nuestra maquinaria solidaria, poniendo al servicio de millones de personas en toda España un teléfono de atención para que nadie se sienta aislado en su soledad, sino en compañía, escuchado y considerado.
Creo que lo que estamos viviendo no solo merece respuesta médica, sino afectiva. La soledad, el sentimiento de rechazo, el abandono y el aislamiento pueden llegar a ser muy dañinas y por ello queremos estar a su lado más que nunca.
El programa se encuentra abierto a la colaboración ciudadana; jóvenes, empresas, médicos, psicólogos…que deseen ceder parte de su tiempo para atender, hablar, y escuchar activamente a personas que en estos momentos necesitan compañía. Pueden hacerlo en https://www.alares.es/iluminaunavida/
La forma de colaborar con esta campaña puede ser también a través de la compra del libro autobiográfico que recientemente acabo de publicar ¡Quédate conmigo! donde desvelo veinte claves de crecimiento personal y profesional, para saber salir adelante en la vida y fortalecerse; incluso en medio de la adversidad. Además el 100 % de los derechos de autor del libro van destinados a financiar el proyecto.
A finales del pasado mes de junio tuve el placer de asistir a la Jornada ‘Derechos de las personas mayores del siglo XXI‘, organizada por el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD). El objetivo de la misma fue crear un espacio de diálogo en torno a tres temáticas muy interesantes, con el fin de dar voz a las personas mayores, el cual, bajo mi punto de vista, se cumplió con gran éxito.
En esta ocasión moderé la primera mesa denominada “El envejecimiento en la Discapacidad Intelectual”, donde se trataron aspectos muy relevantes en la actualidad.
El primero en tomar la palabra fue el gerente de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), Javier García, destacando que “envejecer es un proceso discapacitante que, en las personas con deficiencia intelectual, se acelera considerablemente y aunque hoy alcancen los 60 años, son pocos los que llegan a los 70 y muy escasos los que pasan de los 80″. También apuntó que “para estas personas, el acompañamiento de las familias es crucial, pero la Administración, las Asociaciones y la sociedad también deben hacerlo movilizando sus recursos”.
Elvira Conde, directora gerente de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios (Fundación Tutelar), hizo hincapié en que «estas personas tienen múltiples patologías asociadas y envejecen muy deprisa”.
El presidente de la Plataforma Educación Inclusiva Sí, Especial También, José María Escudero, padre de un hijo autista de diez años, habló sobre la angustia de los padres pensando qué sucederá con sus hijos cuando ellos falten. En palabras suyas: “es agotador para toda la familia. Todos sus miembros envejecen más rápido, pero la familia es fundamental cuando uno de sus miembros es discapacitado intelectual”. Denunció que “no se trabaja en la prevención y las ayudas a estas personas terminan cuando cumplen los 18 años, precisamente cuando empiezan a ser cada vez más necesarias”.
Por último, Cinta Pascual, presidenta del Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), explicó que es imprescindible invertir el 2% del PIB en la discapacitación, que es la media europea, muy lejos de nuestro actual 0,5%. El problema es la invisibilidad que en España tiene el sector social y de mayores. Entre las medidas que podemos adoptar destacó la flexibilidad y la implantación de la tecnología en los servicios sociales.
El coloquio lo inició María Ángeles Poveda, portavoz de la Coordinadora de Madrid por la Defensa del Sistema Público de Pensiones, que aseguró que, a pesar de la crisis de la Seguridad Social y las declaraciones alarmistas del Tribunal de Cuentas, el Sistema Público de Pensiones es fuerte y sostenible. Afirmaba que, bajo su criterio, el Pacto de Toledo no ha traído ningún beneficio a los pensionistas.
A continuación, intervino la diputada del PSOEElvira Ramón, asegurando que «las reformas que necesita el sistema no puede hacerlas un gobierno, tienen que hacerse desde el consenso aportando ingresos vía Presupuestos Generales del Estado y por vía impositiva, retomando en consenso del 2011, eliminando gastos de la Seguridad Social y, sobre todo, teniendo en cuenta que las reformas no pueden desnaturalizar el sistema».
Para el representante del PP, José Ignacio Echániz, “nuestro sistema de la Seguridad Social es muy generoso. De hecho, aquí uno se jubila con el 72% del sueldo, mientras que en los países de nuestro entorno se hace con el 50%”. Bajo su opinión, el gran reto que debemos afrontar es el desequilibrio del sistema que hay que apuntalar retomando el consenso del Pacto de Toledo.
El economista de VidaCaixa, Fernando Miguel Enríquez, insistió en que es imprescindible ir a un nuevo sistema de pensiones, en el que la aportación pública se complemente con un ahorro dentro de la empresa cofinanciado por la propia empresa y el trabajador, lo que requiere un pacto de estado entre partidos, sindicatos y patronal. “Este sistema debe tener una aplicación paulatina y generaría una gran masa de ahorro a medio y largo plazo”, confirma el economista.
Cerró la mesa la secretaria general de UDP Madrid, Cristina Rodríguez Porrero, que explicó su visión de lo que necesitan las pensiones repasando cada una de las letras de esta palabra. «La P es la del Pacto de Estado. La E es la del Estado. La N es de no, las pensiones no deben estar sujetas a fluctuaciones políticas o económicas. La S es sostenibilidad. La I es la letra del IPC. La O es la de las organizaciones de mayores, como agentes activos en la búsqueda de soluciones. La segunda N es de negocio, porque invertir en pensiones es un buen negocio. La segunda E la de la excelencia del Manifiesto de defensa de las pensiones públicas y dignas. Y la segunda S se refiere a la suficiencia que deben tener las pensiones por justicia y por dignidad».
La última mesa denominada “Testamento Vital” fue moderada por José Luis Baquero, director del Foro Español de Pacientes (FEP).
La primera en intervenir fue la presidenta de la Asociación Madrileña de Cuidados Paliativos (AMCP), Coro Pérez, que explicó cómo los cuidados paliativos afirman la vida. Y aclaró que, para la administración de estos cuidados, es de gran ayuda el Testamento Vital en que el enfermo indique como quiere ser tratado en estos casos.
La siguiente intervención fue la de Carolina García, magistrada y directora de la Agencia Madrileña de Tutela al Adulto (AMTA): «hay muchos adultos tutelados que no tienen familia pero que otros sí la tienen y dejan al adulto incapacitado al cuidado de la Administración … y cuando muere le heredan«.
Carmen Ortiz, médico y portavoz de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD), recordó que la Ley de Autonomía del Paciente que entró en vigor en 2002 «reconoce el derecho a la información sobre su estado”. También obliga a recabar el consentimiento del paciente para la aplicación de cualquier tratamiento, condena la obstinación terapéutica por mantener la vida indefinidamente y reconoce el derecho a hacer Testamento Vital.
Cerró la mesa el notario y registrador jubilado Antonio Fernández-Golfín que recordó que «debemos hacer un testamento para organizar nuestra vida patrimonial y también hacer un Testamento Vital para que se respete la autonomía del paciente y se respete su personalidad. Ambos testamentos deberán hacerse en estado de plena lucidez. Se trata de medidas muy sencillas que, sin embargo, cuando llegue el momento, van a facilitar enormemente la vida«.
Muchas gracias al CEDDD por la confianza depositada en mí para asistir a estas Jornadas. Y muchas gracias a todos aquellos que defendéis el futuro digno de nuestros mayores.
Un año más me emociono al recordar la Gala de Entrega de los Premios Nacionales Alares, que tuvo lugar el pasado lunes 24 de junio. En esta ocasión, celebramos la decimotercera edición de los Premios Nacionales a la Conciliación de la Vida Personal, Familiar y laboral y a la Responsabilidad Social, así como la octava edición de losPremios Nacionales a la Excelencia en la Inclusión Laboral y la Prevención de Riesgos Laborales de las Personas con Discapacidad.
Si algo tengo claro es que estamos cambiando el mundo. Y en la Gala tuvimos muchos ejemplos de personas y empresas que lo están haciendo con una enorme cantidad de buenas prácticas.
En primer lugar Cipri Quintas, experto en networking y en las relaciones interpersonales. Es una gran persona que considera que DAR es la mayor inversión del mundo y no hay nada más rentable que invertir en el corazón de los demás.
También contamos con alguien muy especial que está actuando desde la sociedad civil, intentando cambiar las cosas a través de su ONG Mensajeros de la Paz. Hablo del Padre Ángel, quien está convencido de que podemos hacer un mundo mejor entre todos.
Como representantes de empresas, tuvimos la suerte de escuchar a dos grandes expertos como son Jordi Sevilla, presidente de Red Eléctrica de España (REE) y José Juan Pérez-Tabernero, director de Relaciones Institucionales, Comunicación y Banca Responsable de Santander España.
Ambos recalcaron la importancia de aunar esfuerzos dentro de las organizaciones para mejorar la sociedad. Están convencidos de que debemos seguir trabajando para conseguir un entorno más sostenible, responsable, justo e igualitario.
Las 4 intervenciones dejaron claro que las personas VAMOS a hacer posible un mundo mejor.
Juan Manuel Montilla, más conocido como “El Langui”, es un gran profesional que se encargó de conducir el acto de forma magistral y totalmente altruista. Desde muy pequeño ha conseguido ser libre e independiente, vivir de su propio trabajo y ser excelente en lo que hace. Su faceta más solidaria la ha demostrado fundando la Asociación Socio-Cultural “A mí no me digas que no se puede”, un proyecto precioso mediante el cual integra a jóvenes de barrios de Madrid, que provienen de familias sin recursos, potenciando su talento a través del deporte.
Como presidente de Fundación Alares, quiero agradecer a Sus Majestades los Reyes de España su Presidencia de Honor de los Premios. También al Gobierno de España y en su representación a Dña. María Luisa Carcedo Roces, Ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y Dña. Ana Isabel Lima Fernández, Secretaria de Estado de Servicios Sociales.
A todos los profesionales, empresas e instituciones que han confiado en Fundación Alares enviando sus candidaturas como ejemplo de buenas prácticas, elevando el nivel año tras año.
A nuestro patrocinador principal, ActionCare y a los patrocinadores Carat y Thyssenkrupp ya que, sin su contribución, hubiera sido muy difícil llevar a cabo el acto.
Sigamos trabajando para lograr un mundo mejor. El poder está
en manos de la sociedad, y los ejecutivos que no lo tengan interiorizado y las
entidades que no contribuyan a ello, simplemente desaparecerán.
Muchas gracias a todos los que lo hacéis posible, sois el
futuro.
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