En un mundo globalizado donde la migración es constante, la diversidad, fuente de riqueza cultural y social, se hace cada vez más patente en la sociedad y en la empresa. Las empresas se enfrentan ahora al reto de cómo gestionar la diversidad para obtener el máximo rendimiento, valor y talento.
La diversidad es una realidad de la actual sociedad porque enriquece el nivel cultural y social, fomenta el debate y se convierte en un ejercicio democrático. Nos hace crecer, avanzar y alcanzar la ventaja competitiva que nos hará más fuertes.
Por eso, el entorno empresarial actual se caracteriza por un incremento de la diversidad en las organizaciones. La supervivencia de las compañías requiere una correcta gestión de esta diversidad para adaptarse a las necesidades de sus clientes, empleados, proveedores y, en general, de una sociedad cada vez más cambiante. Ahora bien, la gestión de la diversidad no responde sólo a la necesidad de adaptación de la empresa a su entorno, sino que se presenta, además, como una oportunidad para el desarrollo de la eficacia y la innovación necesarias para garantizar el éxito.
Estas son algunas de las reflexiones que se recogen en la entrevista que he echo para el medio Corresponsables.
Aquí puedes leer la entrevista al completo.