Retos y oportunidades para la conciliación en el verano de la vuelta a la normalidad

El verano es tal vez la época del año que más dificultades presenta a la hora de conciliar la vida personal y laboral para muchas personas. Aunque entre las funciones de la escuela no se encuentra la conciliación, lo cierto es que para la mayoría de las familias con hijos es un recurso muy importante a la hora de enfrentar la realidad del día a día. Por ello, una vez finalizado el curso escolar se multiplican las dificultades para cuadrar horarios y repartir tiempo y atención entre el trabajo y la vida familiar. Esto sucede cada año, pero en este nos enfrentamos a algunos retos adicionales que se convierten en nuevas oportunidades para cuidar.

Responsabilidad hacia los mayores

Este es el verano de la vuelta (gradual) a la normalidad. La vacunación avanza a buen ritmo, con la previsión de que el 70 % de la población española esté inmunizada antes de que comience el otoño. Casi 20 millones de personas cuentan ya con la pauta completa. Sin embargo, menos de un tercio de la población entre 60 y 69 años se encuentra a fecha de hoy en esta situación, al tener que esperar 12 semanas para recibir la segunda dosis de la vacuna.

Es decir, el segundo pilar (después del colegio) de la conciliación “de emergencia” continúa sin ser una opción responsable en muchos casos, aunque el agotamiento pandémico que nos pesa ya a todos aumente la tentación de bajar la guardia. Muchos abuelos y abuelas aún tendrán que esperar algunas semanas para disfrutar con tranquilidad de la compañía de sus nietos. Muchos padres y madres seguirán enfrentándose este verano al estrés de compaginar trabajo y cuidados sin apoyo a la vista. Será, sin duda, un tramo final complicado en esta carrera de fondo que dura ya casi año y medio.

Teletrabajo como arma de doble filo

Afortunadamente, cada vez más empresas son conscientes de su responsabilidad a la hora de facilitar la conciliación a su plantilla. En el último año se han visto obligadas a interiorizar a marchas forzadas la diferencia entre productividad y presencialismo. A apostar por la confianza en la responsabilidad individual de sus colaboradores con modelos de trabajo flexibles enfocados a objetivos más que a tiempo invertido en “calentar la silla”.

Sin embargo, el teletrabajo se está convirtiendo en muchas ocasiones en un arma de doble filo para la conciliación. La inseguridad laboral, la incertidumbre sobre el futuro o una adaptación insuficiente a esta nueva modalidad han conducido a que muchos trabajadores dediquen a su jornada laboral un tiempo excesivo. Esta reticencia a la desconexión está pasando factura tanto a nivel físico como psicológico y emocional, y puede tener graves consecuencias a medio y largo plazo. Se impone la necesidad de pararse a respirar, pensar y buscar el equilibrio entre las diversas facetas de nuestra vida.

El regalo más preciado también en verano

Esta situación representa una oportunidad inmejorable para las empresas que realmente tienen a las personas en el centro de su estrategia. Para aquellas que están comprometidas con escuchar y atender las necesidades de sus clientes, con hacerles la vida más fácil y crear una conexión emocional que las distinga de la competencia. Los consumidores son cada vez más exigentes y ofrecerles un producto o servicio de calidad a un precio competitivo no es suficiente para asegurar su interés continuado.

¿Cómo transmitir a los clientes, de manera inequívoca, el mensaje de que están en el centro, que su bienestar nos importa y que los vemos como personas, no como números? La respuesta es sencilla: poniendo a su disposición aquello que más pueden apreciar en el momento en el que más lo necesitan. En otras palabras, regalándoles tiempo para disfrutar de los suyos, la capacidad para cuidar de ellos de la manera más personalizada y efectiva allá donde se encuentren, y el apoyo profesional que requieran para gestionar todo tipo de situaciones que generan un estrés adicional y evitable.

Seguir cuidando de lo que más importa

El último año ha sido complicado para todos, y el periodo vacacional de este verano debería ser una oportunidad para detenerse a descansar y recalcular la ruta. Para retomar el contacto con otras áreas de nuestra experiencia vital más allá del trabajo y las presiones del día a día. Tengámoslo en cuenta a la hora de demostrar a nuestros clientes que estamos a su lado, que para nosotros son mucho más que un número y que queremos seguir cuidándolos, también en vacaciones. Feliz verano.

En Alares nos dedicamos desde 1999 al cuidado de las personas y sus familias, a aportarles los mejores servicios personales, cariño y atención, en cualquier rincón de la geografía española o portuguesa  con personal de nuestra propia plantilla, y trabajamos con las empresas para que puedan utilizarlos para atraer y fidelizar emocionalmente a sus clientes y a sus empleados con servicios necesarios, hoy más que nunca, en su vida diaria personal y familiar.

En mi libro autobiográfico ¡Quédate conmigo! 20 claves para enamorar a tus clientes… ¡y que se queden contigo! he querido compartir las experiencias vitales y profesionales de varias décadas que me han ayudado a definir las claves para atraer y fidelizar clientes y empleados con éxito. Hoy todos tenéis la oportunidad para ponerlo en práctica, nunca ha sido mejor momento. Un libro solidario que puedes adquirir en este enlace, e incluso regalar a tus empleados y clientes. Te lo dedicaré personalmente. Y si quieres escuchar el audiolibro narrado por mí mismo, lo tienes gratis en el mismo enlace.

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