Para satisfacer de manera óptima las necesidades y deseos de sus consumidores, una empresa ha de ser tan diversa como las personas a las que aspira a servir. Ya sabemos que esta diversidad se refleja en el género, la cultura, la procedencia social, las capacidades, la orientación sexual… y, por supuesto, también en la edad. Tenemos la suerte de contar con cuatro generaciones en el mercado laboral actual. Cada una tiene mucho que aportar y la capacidad de complementarse para formar equipos de trabajo excelentes. Pero ¿cómo se relaciona cada una con el concepto de conciliación, y cómo puede una empresa atraer y fidelizar el mejor talento de cada generación?
Competir e innovar desde la diversidad
Hemos hablado en varias ocasiones de cómo las empresas solo pueden aspirar a ser competitivas si tienen en cuenta este aspecto clave: el mercado de sus productos o servicios es increíblemente diverso. A veces es complicado tomar conciencia de esta diversidad. Tendemos a movernos en los mismos círculos, a rodearnos de personas con gustos y preferencias similares a los nuestros. Por ello, no nos damos cuenta de que estamos experimentando el mundo de una manera limitada.
Para dar respuesta de manera competitiva a las necesidades y deseos de consumidores diversos en un mercado globalizado, una empresa ha de ser tan diversa como las personas a las que aspira a servir. La diversidad no solo constituye riqueza desde un punto de vista cultural y social. Para las empresas puede representar una ventaja competitiva enorme y una gran oportunidad para hacer prosperar su negocio.
¿Qué generaciones conviven en el mercado laboral hoy?
En el mercado actual conviven varias generaciones distintas de consumidores, cada una con sus peculiaridades, prioridades y aspiraciones. En el equipo de innovación, de desarrollo de productos o de marketing de una empresa deberían estar representadas el mayor número posible de ellas. Esta es la clave del concepto de innodiversidad. La capacidad de innovación de una empresa es mayor cuanto mayor es su diversidad, como se demostró en el estudio realizado en 2017 por el IE Business School y la Fundación para la Diversidad. Para atraer y fidelizar el mejor talento de cada generación debemos tener en cuenta, pues, las necesidades y prioridades de sus miembros.
Baby Boomers, Generación X, Millennials y los recién llegados (pisando fuerte) miembros de la Generación Z, o Centennials componen un panorama de una gran riqueza y potencial para configurar equipos de trabajo innovadores. Hoy me gustaría centrarme en Baby Boomers y Generación X. En el próximo artículo hablaremos de Millennials y Centennials, la savia nueva que está llegando al ecosistema empresarial.
Baby Boomers, experiencia y compromiso
Nacidos entre mediados de los años 40 y finales de los sesenta, los profesionales de esta generación (de la que yo formo parte) crecimos en una época muy difícil, marcada por la posguerra. En muchos casos nos incorporamos al mercado laboral a edades tempranas. Sin haber tenido ocasión de profundizar en nuestros estudios, completamos nuestra formación, como suele decirse, en la escuela de la vida. Esta generación se caracteriza por el compromiso, la cultura del esfuerzo y la lealtad de sus miembros a la organización en la que probablemente han desarrollado la mayor parte de su vida profesional.
Los Baby Boomers son austeros y en general poco reivindicativos, y otorgan una gran importancia a la jerarquía y a los métodos de trabajo tradicionales. Esto puede llegar a traducirse en una cierta resistencia a los cambios, y en una desconfianza frente a nuevos modelos de trabajo, en especial cuando estos requieren el uso de tecnologías con las que no están familiarizados. Aportan a las empresas la gran riqueza de su experiencia y la resiliencia que han desarrollado a lo largo de toda su carrera.
Generación X, a caballo entre dos crisis
Los miembros de esta generación, nacidos entre 1960 y 1980, tuvieron que aprender a manejarse en el mundo digital cuando ya eran adultos. Fueron los primeros en utilizar los ordenadores como herramienta de trabajo. Tuvieron más oportunidades para formarse que la generación anterior, por lo que su nivel educativo es, en general, más elevado. Están abiertos a seguir formándose y actualizar sus conocimientos, tanto en los avances en su campo de trabajo como en idiomas y en el uso de nuevas tecnologías y herramientas.
La crisis económica de 2008 les trajo altas tasas de desempleo y puestos de trabajo para los que estaban sobrecualificados, lo cual les generó gran frustración. La situación actual les provoca incertidumbre y ansiedad, ya que aspiran a una estabilidad laboral a medio-largo plazo, y a ascender dentro de la organización. Por ello, pueden llegar a extender sus jornadas más de lo que sería óptimo para su salud, y sufren niveles significativos de fatiga y estrés.
¿Qué representa la conciliación para Baby Boomers y Generación X?
Durante la mayor parte de su vida laboral de los Baby Boomers, el concepto de conciliación de la vida personal y laboral ni siquiera había comenzado a plantearse. Se acostumbraron a trabajar jornadas largas y a dar prioridad al trabajo sobre otros aspectos de sus vidas. En muchas ocasiones esto lo han pagado con su salud y con sus relaciones personales y familiares. Sin embargo, cuando para muchos de ellos se aproxima el momento de la jubilación, pueden estar más interesados en opciones de trabajo flexible, así como en otras medidas que faciliten un mayor equilibrio entre su vida personal y laboral y les permitan disfrutar, ahora sí, de sus intereses y su familia.
Por otro lado, el inconformismo de la Generación X y su tendencia a desafiar las estructuras y modelos tradicionales ha jugado un gran papel a la hora de situar el equilibro entre la vida personal y laboral en el lugar que ocupa hoy. En la actualidad, una gran parte de los miembros de la Generación X se encuentra en un momento de sus vidas en el que necesita compatibilizar su vida profesional con los cuidados tanto a hijos como a miembros mayores de su familia. Por ello, el trabajo flexible, la posibilidad de teletrabajar y servicios asistenciales que puedan beneficiar a su familia son especialmente atractivos para estos trabajadores.
El cuidado que nos une
Como hemos visto, Baby Boomers y Generación X comparten algunos rasgos y experiencias, pero también cuentan con muchos aspectos que los hacen únicos. Cuando hablemos de Millennials y de la Generación Z veremos diferencias aún más llamativas. Sin embargo, lo que todas las personas tenemos en común, sea cual sea nuestro año de nacimiento y la letra con la que nos han etiquetado los sociólogos, es que nos importa que nos cuiden, y ser capaces de cuidar a los nuestros. Tal vez algunos hayamos tardado algo más en darnos cuenta de que la vida no es solo las horas que pasamos frente a un ordenador, pero tarde o temprano tomamos conciencia. Las empresas tienen una gran oportunidad de apoyar y acompañar a todos sus trabajadores en este proceso, sea cual sea su edad. Solo así podrán contar con el talento que las conduzca al éxito.
En Alares nos dedicamos desde 1999 al cuidado de las personas y sus familias, a aportarles los mejores servicios personales, cariño y atención, en cualquier rincón de la geografía española o portuguesa con personal de nuestra propia plantilla, y trabajamos con las empresas para que puedan utilizarlos para atraer y fidelizar emocionalmente a sus clientes y a sus empleados con servicios necesarios, hoy más que nunca, en su vida diaria personal y familiar.
En mi libro autobiográfico ¡Quédate conmigo! 20 claves para enamorar a tus clientes… ¡y que se queden contigo! he querido compartir las experiencias vitales y profesionales de varias décadas que me han ayudado a definir las claves para atraer y fidelizar clientes y empleados con éxito. Hoy todos tenéis la oportunidad para ponerlo en práctica, nunca ha sido mejor momento. Un libro solidario que puedes adquirir en este enlace, e incluso regalar a tus empleados y clientes para estas navidades. Te lo dedicaré personalmente. Y si quieres escuchar el audiolibro narrado por mí mismo, lo tienes gratis en el mismo enlace.