Durante el año 2020, el cáncer fue causa de más muertes en España que las infecciones de COVID-19. Se calcula que en 2022 se detectarán más de 280.000 nuevos casos. Desgraciadamente, todos tenemos o hemos tenido casos cercanos y sabemos lo dura que resulta esta experiencia tanto para el paciente como para su entorno. Debemos asumir la responsabilidad que nos toca para paliar y avanzar en la solución de este grave problema sociosanitario. Y hoy quiero hablar de dos compañías que han incorporado con éxito esta prioridad en sus estrategias de responsabilidad social.
Una responsabilidad común y necesaria
Sabemos que las empresas tienen la responsabilidad de transformar el mundo, de cambiarlo para mejor. Incidir de manera positiva en la sociedad es clave para seguir existiendo como empresa. Si la sociedad en la que estas operan no es próspera y saludable, ellas tampoco podrán serlo.
Por otro lado, los consumidores-ciudadanos somos cada vez más exigentes con el compromiso de las compañías con la sociedad de la que formamos parte. Nuestra percepción sobre este influye en gran medida sobre nuestras decisiones de compra. Por ello, las empresas que quieran mantenerse en el mercado y prosperar deberán ser sensibles a los retos e inquietudes de sus públicos. Y, sobre todo, responder a ellos con acciones concretas que tengan un impacto positivo medible.
Me gustaría hablar hoy de dos entidades bancarias que no han dudado en asumir esta responsabilidad con la sociedad en el terreno de la lucha contra el cáncer y han puesto en marcha diversas iniciativas que mejoran cada día las vidas de miles de personas.
Banco Santander: facilitar la lucha contra el cáncer
Desde hace más de una década el Banco Santander colabora con varias fundaciones y ONG dedicadas a la lucha contra el cáncer infantil, que es la primera causa de muerte por enfermedad en edad pediátrica en nuestro país. Esta apuesta por la investigación y la búsqueda de tratamientos se concreta en colaboraciones con Fundación Itheos y Fundación Josep Carreras, entre otras organizaciones.
Además de este apoyo, vital para avanzar en la detección y tratamiento del cáncer infantil, el Banco Santander pone en marcha proyectos de voluntariado con sus empleados, que se vuelcan en proporcionar respaldo emocional a los pacientes y a sus familias. Además, a través del programa “Euros de tu nómina”, en el que la entidad iguala las aportaciones de sus empleados, en el 2021 recibieron ayuda económica organizaciones como CRIS contra el Cáncer, El Sueño de Vicky y la Fundación Pequeño Deseo.
Otras iniciativas, como el Redondeo Digital Solidario, permiten a los clientes de Banco Santander redondear sus compras al alza y destinar ese dinero al Programa de atención integral a la mujer con cáncer de mama de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), entre otros proyectos sociales.
Banco Santander ha sabido hacer, en mi opinión, algo muy importante: ponérselo muy fácil a sus públicos, tanto internos como externos, a la hora de contribuir a la lucha contra el cáncer, una enfermedad que nos afecta y preocupa a todos. Más allá de la aportación económica realizada propia entidad, el hecho de poner al alcance de sus clientes y empleados herramientas y programas que les ayudan a ayudar es una manera excelente de conectar emocionalmente con ellos y alinearse con sus prioridades.
CaixaBank: extensa red de apoyo
Otra entidad bancaria comprometida con la lucha contra el cáncer, CaixaBank, acaba de poner en marcha una campaña de recogida de donaciones a través de sus canales digitales en beneficio de la AECC. Su objetivo es doble: contribuir a impulsar la investigación científica y ayudar en la asistencia a enfermos y familiares.
Además, la Fundación La Caixa colabora con la AECC a través de programas propios, convocatorias de apoyos a proyectos sociales y aportaciones económicas a las delegaciones locales de la asociación canalizadas a través de la red de oficinas de CaixaBank. Así, durante el año 2020 pudo prestar apoyo a más de 50 delegaciones de apoyo a pacientes y familiares en la lucha contra el cáncer en toda España, con una aportación total de más de 600.000 euros.
Además, la Fundación La Caixa destinó en 2020, a través de CaixaBank, cerca de 750.000 euros a entidades centradas en la lucha contra el cáncer. Entre los proyectos más destacados se encuentra un equipo de fisioterapia para la Asociación Oncológica Calamonte o cubrir los gastos de vivienda para acogida de familiares de pacientes.
CaixaBank ha sabido aprovechar su amplia red de oficinas para tejer una extensa red de apoyo a delegaciones y entidades locales. Así, hace posible que la ayuda llegue a los proyectos concretos y a las personas que la necesitan. Esta cercanía e implicación con sus públicos locales me parece un aspecto a destacar y un punto muy favorable en la estrategia de la entidad.
Una lucha continua
El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo y, más cerca o más lejos, nos afecta a todos. En la medida de nuestras posibilidades, pues, todos deberíamos hacer nuestro mejor esfuerzo para combatirlo, y no una vez al año, sino todos los días. Como hemos visto, las empresas pueden y deben jugar un papel activo en la solución de este problema común. Apoyando la investigación, logrando que pacientes, familiares y cuidadores cuenten con todo el apoyo que necesitan. Asumiendo esta responsabilidad y trabajando juntos podremos seguir avanzando hacia una sociedad más saludable y próspera para todos.
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