En el centro, la persona

A menudo, pasamos por alto la abundancia y diversidad del talento que nos rodea, incluso en nosotros mismos. Cuando nos volvemos conscientes del talento de cada persona que tenemos a nuestro alrededor, surgen numerosas oportunidades en la consecución de metas, tanto a nivel empresarial como personal.  

Así ha sido para mi en todas las empresas y organizaciones que he creado, para las que he trabajado y las que yo mismo he promovido o apoyado. Son más prósperas, más diversas, más interesantes, las más diversas. Son, también, más divertidas y atractivas, las más diversas. Lógicamente, lo distinto, lo singular, la mezcla de pareceres, de ideas de opiniones y de criterios, nunca ha sido pan comido. Ni tampoco fácil. A todos nos gusta tener razón, pero la razón no siempre importa lo suficiente ni tampoco es la que siempre gana. Muy a menudo, la razón, tiene todas las de perder ante las emociones de los sentimientos y ante el cómo nos sentimos. Puedes tener razón, pero lo que importa, a menudo, es cómo te sientes en esa empresa, en esa casa, en esa relación, en ese país, incluso.

Lo importante es sentirse bien, integrado, acogido, aceptado, incluido. No hay peor sentimiento humano que el rechazo o descrédito. Esto crea separaciones, guerras y enfrentamientos. El rechazo es dolor, la inclusión es alegría.  En la empresa, en casa, en tu barrio o en tu país.

Hoy y siempre ha sido clave poner en marcha mecanismos y procesos para entenderse, aprender a convivir y crear un “nosotros”, una colectividad, más allá del yo más tú y o del yo y todos los demás. Construir un nosotros, sabiendo que cada individuo es único y adquiere experiencia de manera particular, requiere de procedimientos. Pero, sin duda, tanto las empresas como las organizaciones de cualquier índole en las que convivan seres humanos, están obligadas a entenderse o a morir. 

Nuestra única misión como líderes, como padres, como empresarios o como personas que dirigen un proyecto de vida o de empresa, es llegar a entender con los otros y convertir el yo en nosotros, la razón en emoción, afecto y entendimiento. De estos va también la suma de talentos, la creatividad, la conjunción de ideas, el escuchar, el servor, el entender. De eso va el talento, precisamente, de la capacidad para sumar inteligencias, integrarlas y construir conjuntamente. 

Las empresas deben ser conscientes de la oportunidad que podrían perder si no fortalecen las habilidades individuales, si no entienden la diversidad y aprender a gestionarla. Hace casi 17 años que pusimos en marcha la Fundación para la Diversidad. Tenía y tienes este mismo objetivo: que lleguemos a entendernos, a querernos, a querer seguir en el mismo barco o en el mismo mar, sumando puertos, pasando vendavales e izando las mismas banderas: la de la paz, la solidaridad, el bien común, y sobre todo el nosotros. 

Las personas y solo las personas, con sus peculiaridades, origen, cultura, educación, tendencia sexual, o edad, son las que promueven la riqueza, las que constituyen fuente de conocimiento. Juntas somos imbatibles. Por separado, temibles. 

Comparto en este post una imagen del encuentro de fin de año con el patronato de la Fundación para la Diversidad. Un placer compartir vida con patronas y patrones tan especiales. Gracias por hacerlo posible y seguir trabajando.

Doy las gracias a María Eugenia Girón por sus años como presidenta y la bienvenida a Teresa Viejo.

La diversidad en las pymes: fuente de innovación y ventaja competitiva 

Ha sido todo un orgullo poder dar el premio a la gestión de la diversidad en unas pymes, en un acto en el cual tuvimos la suerte de que nos acompañara la Comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli. Es un premio de reconocimiento al trabajo bien hecho por unas pymes. Desde hace tiempo, las grandes empresas están trabajando mucho en los campos de la diversidad e inclusión, pero las pymes han estado más recelosas a avanzar en este ámbito. No obstante, recientemente se están poniendo en marcha y están desarrollando un trabajo importante en este espacio.  

La gran asignatura pendiente para que avance la gestión de la diversidad en la empresa es llegar a las pymes. ¿Por qué? Porque tanto en España como en Europa, el tejido empresarial está formado por pymes. Si bien en Europa, en general, la media de empleados en las empresas está en 10 y, sin embargo, en España es aún más reducida.  

La diversidad como fuente de crecimiento 

En nuestro país, la media de empleados en las empresas es de 5, y el personal que trabaja en las grandes empresas representa escasamente el 10% del total del empleo del país. Por ello, teniendo en cuenta que el 90% del empleo está en pymes, ha sido tan relevante para mí dar este premio a AIMPLAS-Instituto Tecnológico del Plástico, una empresa que está haciendo un trabajo magnífico. 

La diversidad en las pymes es una de las fuentes más importantes de innovación y las diferencias en su gestión representa que unas crezcan más que otras. AIMPLAS es mejor que otras porque tiene en cuenta la diversidad de las plantillas como una de las fuentes más importantes de crecimiento, de innovación y de competitividad. Porque eso refleja la diversidad de la plantilla, refleja la diversidad del mercado y muestra la realidad del mercado. Cuando somos capaces de atender al mercado por su diversidad, entendemos cada una de las diversidades. 

Para mí, el poder dar un premio a una pyme es un honor y un orgullo, dentro de un acto cargado de emoción y de alegría. Gracias.  

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