Las conexiones humanas: el verdadero eje transformador del mundo.

Talentya «Despertar» 2025

Hace unos días, en un entorno lleno de creatividad e inspiración, se celebró en Mallorca una nueva edición de Talentya, el “Ágora de Vida, Creación e Inspiración” organizado por Juanjo Fraile.  

Este año, en una nueva edición bajo el lema “Despertar”, he tenido el honor de ser reconocido con el premio Talentya a la Superación. 

Un premio que reconoce impacto social y liderazgo 

Este reconocimiento es en honor al trabajo transformador que hacemos en Vivofácil  para el Tercer Sector. Es un premio al camino creado: desde la fundación Vivofácil (antes Alares) y la Fundación Diversidad, a la puesta en marcha de proyectos como el programa “Ilumina Una Vida”, o el documental la Sociedad de la soledad y otras tantas iniciativas que cada día buscan mejorar la calidad de vida de las personas.  

He podido compartir este reconocimiento con otras figuras emblemáticas de este país como el cantautor Víctor Manuel, premiado en la categoría de Creación; la abogada Cruz Sánchez de Lara, en la categoría Compartir o el médico Manuel Sans, en la categoría Inspiración. También he compartido este galardón con el entrenador de la Selección española Luis de la Fuente, premiado en la categoría Pasión o con el oncólogo Javier de Castro, reconocido en la categoría Vida. 

 La entrega de estos galardones, que forman parte de una iniciativa del Patronato de Talentya y Fundestic, pone de relieve no solo trayectorias profesionales admirables, sino también un fuerte compromiso con los valores humanos, el arte y la transformación social. 

La experiencia Talentya: creatividad, conexiones y propósito 

Organizado por Juanjo Fraile, Talentya reúne a pensadores, emprendedores y líderes sociales para fomentar la creatividad y el propósito personal. A través de un formato íntimo y estimulante, ofrece sesiones de aprendizaje, conversaciones inspiradoras y networking elevado. En esta edición, hemos contado con grandes ponentes que han sido protagonistas de debates y charlas, desde perfiles del mundo de la salud, como Enric Benito o Manuel Sans Segarra, oncólogo y digestivo respectivamente; hasta perfiles más corporativos, como César Romera (vicepresidente de Marketing en Kyndryl) o Adriana Domínguez (ejecutiva en Adolfo Domínguez), hasta profesionales del mundo de la comunicación como el fotoperiodista de guerra Álvaro Ybarra Zavala, Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta ejecutiva de El Español o el director de cine Miguel Ángel Tobías…entre muchos otros. 

Todos los invitados han aportado su visión en un encuentro que nos ha hecho reflexionar sobre la muerte, el futuro y el presente, el comportamiento humano o los conflictos geopolíticos actuales. Todo ello, desde la perspectiva del DESPERTAR, desde la cual nos han invitado a mirar el mundo desde el aterrizaje en la isla. 

Otros ponentes invitados han sido: Carlos Samblás, de la Fundación Almas Marinas y cofundador del FALCAO UNO; Jorge Carrasco, fundador del Instituto de Desarrollo Interior; Ángel Piña, Director Global de Marketing del Grupo Emperador; Sonia Díez, educadora, psicóloga y economista; Carmen Santamaría, speaking coach; Marta Arteaga, storyteller, copywriter y formadora de oratoria; Agustín Bach Pascual, chef y autor del libro “Las servilletas verdes”; Sandra Orta, directora general de Bristol Myers Squibb; Inés Juste, presidenta del Grupo Juste; Pilar Muñoz-Calero, pediatra y referente internacional en medicina ambiental; Ángel Rielo, “feliciólogo”; Antonio Garrigues, jurista y presidente de honor del despacho de abogados Garrigues; Enrique Arnaldo Alcubilla, magistrado del Tribunal Constitucional; el Padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz; Fernando Luis Gracia, comandante general de Baleares; Pablo D’Ors, sacerdote, escritor y fundador de Amigos del Desierto; José Sánchez, neurocientífico; Patricia Salgado, astróloga; Victoria Fonseca, catedrática de física en la Universidad Complutense de Madrid y David Vivancos, experto en IA. 

Me despido de Talentya con la sensación de que más que estar poniendo un punto final a unos días intensos estoy abriendo una nueva etapa personal y profesional desde la emoción, la gratitud y el compromiso renovado. Me llevo el privilegio de haber compartido vivencias y pensamientos con personas excepcionales, de esas que te despiertan por dentro y te recuerdan por qué hacemos lo que hacemos.  

Esta experiencia me ha reforzado en una idea que me acompaña desde hace años: que, solo conectando de verdad con otros, desde lo humano, podemos transformar el mundo. Y si algo ha despertado en mí esta edición, es la certeza de que ese mundo mejor —más justo, más consciente, más amable— es posible… y empieza por nosotros. 

“No necesitas una experiencia límite para transformar tu vida”: aprendizajes de una segunda oportunidad 

Transformar tu vida no siempre requiere una experiencia límite. A veces basta con detenerse, mirar hacia adentro… y tomar una decisión consciente.

No suelo hablar de esto. Es algo muy personal, muy mío. Pero hoy siento que es el momento de compartirlo. A veces, lo más íntimo es también lo más transformador, y quizá al ponerlo en palabras pueda servirle a alguien más.  

En 1997 viví uno de los momentos más duros —y también más reveladores— de mi vida. Un accidente grave me llevó al borde de la muerte. Estuve diez semanas en coma. Los médicos no sabían si saldría adelante. Mi familia se aferraba a la esperanza, mientras yo, en algún lugar sin tiempo ni forma, simplemente… existía. 

Lo he compartido en algunos programas de televisión como Camino Interior de TVE (puedes verlo aquí: https://play.rtve.es/v/6683800/ ) y en algunas entrevistas. 

Cuando finalmente desperté, todo era diferente. Nada a mi alrededor había cambiado, aunque yo ya no era el mismo.  

Volver a la vida no fue épico ni triunfal. Fue lento, frágil, lleno de incertidumbre. Cada movimiento, cada palabra, cada recuerdo… había que recuperarlo como quien reconstruye una casa desde los cimientos. Pero en medio de todo eso, sentí con una claridad abrumadora que la vida me estaba dando una segunda oportunidad. Y supe que no podía desaprovecharla. 

Hasta entonces, había vivido con intensidad, aunque no era consciente al 100%. Estaba muy centrado en el trabajo, casi siempre en modo automático. Emprendedor incansable, sí, pero también atrapado en la velocidad del hacer constante. Despertar del coma me obligó a parar. A mirar hacia adentro. A preguntarme si estaba viviendo de verdad… o simplemente sobreviviendo. 

A partir de ahí todo cambió.  

Empecé a trabajar en proyectos que tuvieran alma. Iniciativas que mejoraran la vida de las personas que se encontraban en situaciones como las que yo acababa de vivir.  Quise aportar. Quise estar más presente.  

Fundé Vivofácil (antes Alares). Ya no se trataba solo de crecer, sino de contribuir. De cuidar. De hacer que la vida —la mía y la de otros— tuviera un poco más de sentido. 

También aprendí que fluir no es rendirse. Es confiar. La vida no siempre sigue el guion que planeamos, y eso está bien. A veces, cuando soltamos el control, aparece algo inesperado… y mejor. Desde entonces, confío más en el proceso, en las pausas, en los giros del camino. Porque incluso los momentos más duros pueden abrir puertas que nunca imaginaste. 

Hoy valoro cosas que antes pasaban desapercibidas: una conversación auténtica, una risa compartida, un amanecer en silencio. No necesito grandes gestos para sentir plenitud.  

Y por eso escribo este post. Porque si estás leyendo esto, quiero que sepas algo: no necesitas una experiencia límite para despertar. No hace falta que la vida te sacuda para empezar a vivirla con conciencia.  

Puedes hacerlo ahora.  

Cada día es una nueva oportunidad. Suena a tópico, pero la realidad es que cada segundo de nuestra de vida tenemos la oportunidad de transformarla con un pequeño gesto.  

Yo tuve que pasar por una experiencia límite para comenzar a transformar mi vida, pero si estoy escribiendo esto hoy, es para que tú no esperes a pasar por algo parecido. Esta es tu señal.  

¡Despierta! La vida es hoy. 

GRACIAS Y FELICIDADES: mi discurso de clausura en los Premios Vivofácil 2025

Ayer cerré con emoción la entrega de los Premios Vivofácil 2025, un acto donde rendimos homenaje a quienes han apostado por la conciliación, la inclusión y el bienestar en sus entornos laborales. Fue un honor presidir la ceremonia, entregar personalmente los galardones y compartir un mensaje de gratitud, reconocimiento e ilusión hacia un futuro empresarial más humano. Hoy lo comparto aquí, en mi blog, para que tú también puedas sentir el pulso de ese momento y sumarte al compromiso.

Elijo estas dos palabras, GRACIAS, FELICIDADES, para concluir este acto de celebración de los Premios Vivofácil 2025. 

GRACIAS en primer lugar a sus Majestades los Reyes de España por asumir la presidencia de honor de estos premios. 
 
GRACIAS a todas las personas de la Fundación Vivofacil, de nuestro Centro Especial de Empleo y de la empresa Vivofacil, por haber dedicado tanto tiempo y cariño a la organización de este evento, y muy especialmente a Mar Aguilera, directora general de la Fundación, a los miembros del Patronato que nos acompañan y al presidente de la Fundación, Cipri Quintas. 

Gracias a Dani Lacamara, por llevar este acto con tanta maestría, donando su tiempo a la causa que nos ocupa. A Enrique, por regalarnos esa canción y ese baile maravilloso, y a su madre, Gloria, por permitirnos disfrutar del arte de su hijo. A Luis Boyano por regalarnos su magia maravillosa. 
 
Gracias a todas las empresas, profesionales y organizaciones galardonadas, porque sois ejemplo, motor de cambio, guía y referentes en: 

  • Una forma de hacer empresa mejorando vuestro propio entorno e impactando en todos nosotros y en nuestro país. 
  • Gracias, porque habéis entendido que para prosperar, para crecer, para salir adelante en una empresa, para hacer que los números cuadren, para pagar nóminas, invertir en tecnología, contratar, vender, ganar cuota de mercado, es imprescindible que los que estamos dentro de la empresa nos sintamos bien. Los galardonados sabéis que, bienestar de las personas y competitividad empresarial, son dos conceptos inseparables en el actual mundo de los negocios, en nuestros tiempos.  
  • Gracias porque estáis marcando la diferencia en el mercado, porque habéis construido empresas y organización ganadoras, con personalidad, con consistencia. No es buenismo, es inteligencia empresarial, capacidad de adaptación, visión a largo plazo,… competitividad en definitiva.  
  • Gracias porque estais demostrado que vuestra forma de hacer empresa es valiente, acertada, la inteligente, la única posible en este presente y en el futuro. 
  • Vuestro estilo, la forma en la que estáis gestionando vuestros equipos, vuestros clientes y vuestra gente, es rentable desde todos los puntos de vista.  

Y LO DIGO TAMBIÉN POR MI PROPIA EXPERIENCIA, por la lección que he ido aprendiendo a lo largo de mi vida. Hace ya más de cuatro décadas que salí de mi pueblo, Vega de Tera, y me vine a Madrid a estudiar Ciencias Económicas y Empresariales. Al poco de terminar, monté mi primera empresa. Me he pasado la vida entera emprendiendo, gestionando empresas y trabajando, con aciertos y desaciertos, y en este camino en el que he tenido la oportunidad de observar y conocer organizaciones y empresas de muchos sectores, tamaños y actividades distintas, he llegado siempre a la misma conclusión:   

A mayor bienestar y cuidado de los equipos, mayor empresa y mejores resultados.   

De esta experiencia propia, y de la observación de muchas empresas a las que hemos ayudado, nació hace ya 26 años Vivofácil, con esta verdad: El bienestar de las personas, genera prosperidad, y lo estamos comprobando con datos. Los planes de acompañamiento y apoyo a las personas y sus familias, cuando se implementan bien, inciden directamente en la cuenta de resultados de la compañía o de la institución: reducen los niveles de absentismo, mejoran el sentimiento de pertenencia y consiguen multiplicar los resultados económicos.  

Tiene su lógica. Y de esto va la Economía, de lógica. 

¿Qué es una empresa sino un conjunto de personas que reman en una misma dirección? ¿Es posible hacer empresa sin personas, sin clientes, sin colaboradores? La pregunta es tan obvia como la respuesta: No es posible. Entonces, ¿no es de inteligentes Impulsar la fuerza principal de esas organizaciones? Vosotras, empresas y entidades galardonadas, habéis demostrado que sí, que es el único camino: Vuestras acciones y estrategias de bienestar, atención y acompañamiento de las personas, son el motor de vuestra competitividad, el impulso de la cuenta de resultados, la suma definitiva, lo que garantiza el beneficio humano, social y económico.  

Todos sabemos que una empresa necesita balances positivos. 

Hemos evolucionado. Lo estamos consiguiendo. Nos estamos adaptando a una forma de gestión diferente a la de hace solo unos pocos años. Porque hoy necesitamos impulsar aún más el talento y nuestras fortalezas. Las nuevas generaciones sienten, piensan y buscan una vida y un trabajo en el que el binomio bienestar y economía se den la mano.  

 Vosotros, galardonados, galardonadas, sois la modernidad, señaláis un camino sin retorno hacia el éxito empresarial, un camino donde las personas cuentan de verdad, porque son las personas las que dan sentido a todo, las que compran, las que venden, las que piensan, las que deciden, las que usan la inteligencia artificial y emocional, las que hacen empresa, las que influyen en otros sobre nuestros productos y nuestra empresa. 

Estos premios sirven para poner en valor a las empresas, pues son las empresas el motor principal de cambio en una sociedad. Tenemos una enorme responsabilidad por delante. Sabemos, y lo estamos comprobando cada día, que las empresas que más avanzan, que más crecen, que son más modernas, que son más competitivas, son aquellas que cuentan con planes o programas de bienestar alineados a la estrategia de negocio. Son las que lógicamente atraen el talento, lo conservan y lo promocionan, porque han entendido lo obvio:  

Sin bienestar de los equipos es imposible crecer. 

HOY TENEMOS UN GRAN RETO POR DELANTE: Aumentar la competitividad, fortalecernos, reducir los niveles de absentismo en España, pelear y luchar, como siempre, y seguir trabajando duro. Y para ello necesitamos contar con el mejor talento y EMBORRACHARLES de nuestro proyecto. 

Vivimos un contexto económico y social ciertamente difícil. ¿Pero, alguna vez ha sido fácil? Nunca ha sido fácil.  

Hoy hay cansancio, exceso de pantallas, cierta desilusión, niveles de depresión muy altos, absentismo escandaloso…pero los que estamos al frente de las organizaciones tenemos la obligación de escuchar, entender, adaptarnos y encontrar caminos. Las empresas que hoy están aquí lo han entendido, se han anticipado, están actuando. Por eso las reconocemos, las ponemos en valor, las aplaudimos, las damos las gracias. 

MI PRIMERA PALABRA ERA “GRACIAS”, Y MI SEGUNDA PALABRA ES “FELICIDADES” 

Felicidades a los que estáis aquí presentes, por compartir estos galardones, por aplaudir las buenas prácticas, por llenar la sala de ilusión, por difundir esta lección de vida:  

Tengamos empatía y sensibilidad con las personas que conforman nuestras empresas. Facilitemos su vida. Esta es  la herramienta más potente de competitividad para empresas e instituciones de cualquier tamaño y sector. 

Desde La Fundación Vivofácil y desde la empresa que presido, Vivofácil, con todo mi equipo al frente, nos hemos comprometido a impulsar este gran cambio económico y social del país. Nuestro lema es “ facilitamos tu vida.  

Sabemos que la vida es más fácil cuando tenemos a nuestro alcance comprensión y servicios reales que nos ayuden, siempre muy a la medida de la diversidad de personas que compongan nuestros equipos.   

Estamos promoviendo planes de bienestar y competitividad que inciden directamente en vida de las personas y en la cuenta de resultados de pequeñas y grandes empresas. Estamos logrando ser motor de prosperidad y de oportunidades. 

Es posible conseguirlo. Es el momento del cambio, de tomar acción, del impulso, de la ilusión. 

Contamos con vosotros, con el ejemplo de estos profesionales, empresas y organizaciones galardonadas, que nos muestran un camino seguro tanto hacia el éxito empresarial como hacia el éxito individual: 

Se llama bienestar personal, competitividad, propósito de vida.  

Las empresas tenemos la responsabilidad y el privilegio de poder hacer que este mundo sea un poquito mejor.  

¡Vamos a por ello! ¡Adelante! ¡Felicidades!. Gracias. 

Transformación digital para pymes con impacto: lo que aprendí en mi camino empresarial 

Cuando fundé mi primera empresa, Alta Gestión, allá por 1985, lo digital ni siquiera era una opción. Nos comunicábamos por fax y las bases de datos se archivaban en carpetas físicas. Desde entonces, he tenido la oportunidad de vivir —y liderar— varias transformaciones tecnológicas. Hoy, al frente de Vivofácil y de las fundaciones Vivofácil y Diversidad, estoy más convencido que nunca de una cosa: la transformación digital no es solo una herramienta de eficiencia, sino una oportunidad de impacto. 

Y no, no hace falta ser una gran multinacional para aprovecharla. Las pequeñas y medianas empresas tienen hoy más recursos, accesibles y potentes, que nunca. El reto ya no es la tecnología. El reto es la visión.  

Estos son algunos de mis aprendizajes entorno a la digitalización:

1. Digitalizar no es solo tener una web bonita 

La transformación digital comienza en la mentalidad, no en el diseño. Muchas pymes se centran en renovar su página web o abrir redes sociales, pensando que eso es «modernizarse». Pero lo esencial está detrás: automatizar procesos, integrar datos, facilitar la comunicación interna y, sobre todo, mejorar la experiencia del cliente. 

En Vivofácil, por ejemplo, utilizamos herramientas digitales para coordinar miles de servicios de asistencia personalizada en tiempo real. Esto ayuda a nuestros clientes a recibir sus servicios de forma más rápida y eficaz. 

2. La tecnología debe adaptarse a las personas, no al revés 

Uno de los errores más comunes es implantar sistemas complejos que el equipo no entiende ni quiere usar. La clave está en escuchar a quienes van a usar esas herramientas a diario. ¿Qué les facilita el trabajo? ¿Qué les resta energía? 

En nuestras fundaciones, por ejemplo, utilizamos plataformas accesibles para gestionar programas de voluntariado o recibir alertas de personas en situación de soledad.  

3. Automatizar te permite ser más humano 

Puede sonar contradictorio, pero es real. Cuando liberas tiempo de tareas repetitivas, puedes dedicar más recursos a lo verdaderamente importante: hablar con un cliente, atender a un usuario, cuidar a tu equipo. 

4. La inteligencia artificial no es cosa del futuro, es del presente 

Muchas pymes aún ven la IA como algo lejano o reservado a grandes empresas. Pero hay herramientas asequibles —incluso gratuitas— que pueden ayudarte a redactar contenidos, responder correos, analizar patrones de comportamiento de tus clientes o mejorar la atención al público. 

Lo que marca la diferencia no es tener una IA, sino usarla con un propósito claro y ético.  

5. Digitalizar con impacto es posible (y necesario) 

No podemos olvidar que la transformación digital también puede generar brechas si no se hace con mirada social. En Vivofácil trabajamos con personas mayores, muchas de ellas alejadas del mundo digital. ¿Qué sentido tendría digitalizar todos nuestros procesos si eso las deja fuera? 

Por eso hemos creado modelos híbridos: digitales por dentro, humanos por fuera. Tecnología de última generación combinada con atención personalizada, telefónica o presencial, según lo necesite cada persona. Eso es, para mí, digitalizar con impacto. 

CELEBRAR LA DIVERSIDAD ES CELEBRAR LA VIDA

La semana pasada viví un momento verdaderamente especial.

Tuve el honor de participar en el evento oficial del Mes Europeo de la Diversidad en España, organizado por la Comisión Europea, la Representación de la Comisión en España y Fundación Diversidad —una fundación que tuve el privilegio de fundar hace ya algunos años, y que sigue latiendo con fuerza gracias al trabajo de muchas personas comprometidas.

Esta vez, el escenario fue la Universidad Europea de Madrid, un lugar que representa el futuro, el aprendizaje y el impulso de nuevas generaciones. Y, sinceramente, pocas cosas me conmueven más que ver cómo los valores de la diversidad y la inclusión encuentran terreno fértil entre los jóvenes.

Desde que llegué al campus, sentí una energía distinta.  Estudiantes, profesores, empresas, instituciones… todos reunidos por un mismo motivo: celebrar la diversidad, visibilizarla, abrazarla y reafirmar nuestro compromiso con ella.

Para mí, hablar de diversidad nunca ha sido solo un discurso. Es una vivencia personal, empresarial y social. Porque la diversidad no es una meta que se alcanza y ya está: es una actitud constante, una forma de mirar al otro y reconocer en él o en ella una riqueza infinita.

Durante el evento, compartí reflexiones junto a personas increíbles como Carla Ruiz, directora de RRHH para Astrazeneca. Emma Macías, Head of HR comercial en España, Grecia y Portugal para Diageo. Juan José Muriel CEO de Vivofácil. Teresa Viejo, presidenta de la Fundación Diversidad. Que también están transformando sus entornos: líderes que desde sus empresas impulsan culturas inclusivas, estudiantes que alzan la voz por la igualdad, y representantes institucionales comprometidos con políticas reales de cambio.

Me sentí profundamente agradecido, pero también emocionado. Porque vi que no estamos solos. Que la semilla que se plantó hace años sigue creciendo. Y que la diversidad —en todas sus formas: cultural, generacional, de género, funcional, de orientación, de pensamiento— ya no es solo un valor añadido, es una necesidad urgente para construir empresas más humanas y sociedades más justas.

Quizá lo más poderoso del evento fue ver a tantos jóvenes participar, preguntar, escuchar y sumar. Ellos son la generación del cambio. Y saber que tienen tan interiorizada la importancia de la inclusión me da esperanza.

Les hablé desde la experiencia, sí. Pero también desde la emoción. Les dije que construir una sociedad más diversa empieza por uno mismo, por mirar hacia adentro y preguntarse: ¿estoy siendo justo? ¿estoy siendo valiente? ¿estoy sumando o excluyendo?

Gracias a todas las personas que hicieron posible este evento. A la Comisión Europea, a Fundación Diversidad, a las empresas firmantes del Charter Europeo de la Diversidad y sobre todo, a los que creen que podemos hacer las cosas de otra manera.

Porque sí, celebrar la diversidad es celebrar la vida.
Y yo no puedo, ni quiero, dejar de celebrarla.

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