Mijail Gorbachov para mi significa juventud. Aquella primavera de 1986 en la que anunciaba la gran reestructuración de la URSS (perestroika)para reformar su país, cumplía yo 29 años. Eran tiempos de ilusión, de esperanza, en la que me mi país me parecía un proyecto en crecimiento. España consolidaba su democracia tras una década sin dictadura franquista y entrábamos en la Unión Europea.
Tiempos de cambio
Recuerdo que se respiraban tiempos de cambio en positivo, de prosperidad a pesar de las reconversiones económicas que requería el país,de mejoras, de democratización de la política. Estábamos construyendo por vez primera tras medio siglo de oscuridad, de un estado alegre, de bienestar bajo la mano tendida de una Europa amable, acogedora, centrada en mejorar la vida de millones de personas. Y así fue. Y afortunadamente seguimos integrados y convencidos de cómo Europa ha sido y es una solución política impresionantemente buena.
Cayó el muro de Berlín
La caída del muro de Berlín se quedará para siempre en mi retina como una muestra de que las cosas pueden cambiarse si existe voluntad; como un ejemplo a seguir de fortaleza frente a la debilidad de los que buscan la división, la guerra, el enfrentamiento, lo que nos separa.
Imagino también la soledad de un líder como Gorbachov, mal entendido en su propio país, y que, sin embargo, cambió el rumbo de la historia en positivo. El reconocimiento como premio nobel de la paz en 1990, se entendía como un homenaje al esfuerzo de un hombre que se enfrentó incluso a los suyos para mejorar sus vidas. No siempre los cambios son populares. No siempre el bien es bien entendido.
Es fácil destruir, muy difícil construir
Nunca es fácil construir, ni cambiar las cosas. Bien sencillo destruir. El ser humano, por naturaleza, se resiste al cambio. La zona de confort, el espacio de “lo de siempre, lo que nos ha tocado, qué le vamos a hacer” no entra en el esquema un líder político de la talla de Gorbachov y de otros que, con independencia de su ideología, admiro por su gran tesón y su visión a largo plazo. Para ser político, como para dirigir una empresa, conviene mirar con perspectiva. Todo lo que hacemos y decimos trasciende más allá del corto plazo. Cuánto debemos de agradecer a los líderes que, a pesar y a menudo en contra de sus propios intereses, han sabido tomar decisiones con visión de futuro.
El ejemplo de la vida de Gorbachov me trae el mensaje que necesito en estos tiempos de emprendimiento político para no aplacarme y seguir con mi propósito: servir a mi país, mejorar mi entorno en la medida que pueda, aportando mi conocimiento, mi experiencia en la construcción de equipos eficaces.
Futuro también desea cambiar las cosas
Futuro es un nuevo partido político, constituido hace apenas unos meses, que tiene el propósito también de cambiar las cosas y aportar un estilo político distinto, no basado en la confrontación sino en el consenso. Futuro es un partido incluso, integrador, en el que todos caben, que cree precisamente en el ser humano como motor de todos los cambios; que basa su fortalezaprecisamente en la diversidad de todos nosotros.
Es el partido que todos deseamos, que busca respuestas eficaces para resolver los problemas del día a día, porque de eso trata la política: de resolver problemas. Y la gente tiene sus creencias,pero en el fondo buscamos todos lo mismo: tener salud, educación, empresas, formar parte de un país de ciudadanos libres e iguales en derechos. Futuro cree en la cultura del esfuerzo, en la libertad y en la igualdad. Y es el primer partido de España que no responde a la categoría deizquierdas, derechas o centro, sino que se ha propuesto construir un espacio nuevo mucho más amplio e inclusivo.
Gracias, Gorbachov, por tu legado, por haberme alegrado la juventud. Tu imagen es para mí la de un hombre libre que hizo todo lo posible por transformar su sociedad en positivo. Descansa en paz. Nunca fue en vano tu esfuerzo a pesar de los tiempos que corren y lo mucho desandado.
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