He participado el pasado lunes en el evento más relevante del Mes Europeo por la Diversidad, organizado por la Fundación para la Diversidad y celebrado en la sede de las instituciones europeas en Barcelona.
Me invitaron a compartir la experiencia de Vivofácil, mi empresa, en cuestiones de gestión de diversidad de la plantilla y su adaptación a las nuevas tecnologías. Lo dije y lo mantengo: si tuviera que destacar una sola clave por la que hemos conseguido ser los líderes en España en el sector de servicios de asistencia personal y familiar, sería la apuesta por la diversidad de nuestra gente.
Nuestros empleados son fiel reflejo de los perfiles de personas a las que prestamos nuestros servicios. Disponemos de equipos integrados por hombres y mujeres, mayores, jóvenes, de mediana edad, con hijos y sin ellos, personas con discapacidad o del colectivo LGTBIQ+, y otros que saben bien cómo desarrollar servicios y atender a cada uno de ellos.
Cada cliente tiene sus peculiaridades y somos sensibles a ellas. De forma natural y me atrevería a decir que también inconsciente, hemos logrado que la plantilla de Vivofácil, integrada por medio millar de personas en nuestra sede central, y más de 3.500 prestando servicio por toda España, represente la diversidad de la sociedad española. A todas las minorías y mayorías. Y me alegra. Y nos enorgullece. Y nos hace fuertes. Es en realidad nuestra mayor fortaleza. ¿qué sería de un servicio de atención personalizada sin humanidad? ¿qué es la humanidad sino diversidad?
El segundo factor de éxito de Vivofácil, expresado en este acto, ha sido nuestra decisión de formar permanentemente a nuestra gente para adaptarse a las nuevas tecnologías, la digitalización, la robotización y la personalización, sin quedarse atrás. Con todos ellos, diversos y únicos, estamos creciendo cada año de forma sostenible. Esta es mi experiencia, y así lo he transmitido ante representantes europeos y en presencia de la Fundación para la Diversidad, coordinadora del acto junto con la representación de la Comisión Europea.
Y seguimos. Mucho por hacer. Estamos siempre en el principio del camino.